Check this out!


Algo que he notado en mi proceso de ser discípula del Señor, es que las personas quieren ganarse el cielo sin hacer nada a cambio.
Quieren y buscan (en caso de ser creyentes) la iglesia o la doctrina que se adapte más a su estilo de vida, a lo que son, a sus gustos, a sus deseos, a su mentalidad.
Quieren poder seguir haciendo las cosas del mundo y aún ser aceptados como si nada hubiera pasado.

"No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.  Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo."  (1 Juan 2:15-16)

Esa característica de no dar nada a cambio en el proceso, de querer tener un pie en el mundo y un pie en el reino; es una atadura, es una cadena que nos está posponiendo las verdaderas bendiciones que Dios tiene para nosotros, esta postergando que tengamos una sincera relación con Él.
¿Como puede una persona creer que va nacer de nuevo, aceptar a Jesús en su corazón y llegar a renovar su vida totalmente, si no quiere soltar nada de lo que es, de lo que tiene?
¿Que cambio va recibir si tiene las manos llenas?

Gente, es NECESARIO, tirar nuestra "basura" para que Dios nos llene de cosas nuevas. Una persona que dice que conoció a Dios y sigue siendo la misma, es un engaño.
Dios renueva y lo hace enserio, con cambios internos como externos.

"Y se han vestido del nuevo hombre, el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen de Aquél que lo creó." (Colosenses 3:10)

Cuando una persona alcohólica conoce el amor de Dios y es vestida del nuevo hombre,  esa persona puede seguir teniendo gusto hacia el alcohol, y tener debilidad,  pero ahora para derrotar ese vicio no está solo, y cualquier lucha es con un Gigante a su lado. Sabiendo que con Él somos mas que vencedores. 
Hay que creérsela, basta de poner al mundo como una tentación mas fuerte que nosotros.
Cualquier debilidad y tentación esta BAJO el estrado de nuestros pies, y hay que creérsela y aplicarla.

Hoy en día existen iglesias o doctrinas para cada tipo de persona, así ya nadie tiene que hacer esfuerzo de nada. Si eres metalero, vaya a una iglesia de metaleros donde todo es con el tipo de música que te gusta; si eres de los que necesitan una imagen para sentir que existe un Dios, entonces vaya a otra donde si se permite rezarle a imágenes; si eres homosexual, no es necesario que cambies, vaya busque una iglesia donde te dicen que puedes seguir haciendo lo que te gusta sin problema.
Ahora hay doctrinas para todos. Y se pierde el enfoque real, el único.
A veces nos olvidamos de que Dios no cambia. Si cambiara, hace mucho hubiera dejado su interminable gracia y amor por nosotros, debido a nuestra manera tan ingrata de corresponderle.

"Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos." (Hebreos 13:8)

Con esto no estoy tratando de juzgar a nadie. Y me disculpo anticipadamente si ofendo a alguien. Pero a veces olvidamos lo básico, y necesitamos que nos pongan los pies en la tierra de nuevo, para no dejarnos llevar por la dulzura que el mundo nos ofrece.
Y no se trata de ser "cerrado" o "old fashion", se trata de ser fiel a la palabra. ¿O acaso cuando una persona contrae matrimonio y dice que acepta a la pareja en las buenas y en las malas, y al pasar la primera mala situación se divorcia de una vez y sin lucharlo?
El ser fiel implica pasar por esos malos tiempos y lucharlos, significa dejar actitudes personales que afectan la relación para construir cosas juntos.
Yo soy fiel a la palabra y a Dios, y cambio las cosas en mi vida que no van acorde a ella, para construir cosas juntos.
Por algo se le llama 'Relación con Dios".
¿Y  saben de donde viene la fidelidad? Del amor. Uno es fiel porque ama, sino no lo sería. Y cuando somos fieles sin amor, caeríamos en ser fieles solo por obligación, lo cual nos termina haciendo como cristianos amargados y juzgadores.

Dejemos de buscar excusas para no botar la basura que habita en nosotros, si hay que botarla, la botamos y listo!
Tengamos fe para creer que el propósito que Dios tiene para nosotros es mucho mejor que eso que nos está atando al mundo.

Esto se aplica para cualquier atadura del mundo, a la cual le buscamos excusa para no dejar de hacer; ya sean vicios, deseos carnales, pensamientos nocivos, sexualidad,  etc. Acordémonos que Dios ve nuestros corazones y nos conoce mejor que nosotros mismos.

"Más engañoso que todo, es el corazón, y sin remedio; ¿quién lo comprenderá? Yo, el SEÑOR, escudriño el corazón, pruebo los pensamientos, para dar a cada uno según sus caminos, según el fruto de sus obras." (Jeremías 17:10)


Confiemos, que no estamos solos en esto. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario