Algo que he notado en mi proceso de ser discípula del Señor, es que las personas quieren ganarse el cielo sin hacer nada a cambio.
Quieren y buscan (en caso de ser
creyentes) la iglesia o la doctrina que se adapte más a su estilo de vida, a lo
que son, a sus gustos, a sus deseos, a su mentalidad.
Quieren poder seguir haciendo las cosas
del mundo y aún ser aceptados como si nada hubiera pasado.
"No améis al mundo ni las cosas que
están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión
de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del
Padre, sino del mundo." (1 Juan
2:15-16)
Esa característica de no dar nada a
cambio en el proceso, de querer tener un pie en el mundo y un pie en el reino; es una atadura, es una cadena que nos está posponiendo las verdaderas bendiciones
que Dios tiene para nosotros, esta postergando que tengamos una sincera relación
con Él.
¿Como puede una persona creer que va
nacer de nuevo, aceptar a Jesús en su corazón y llegar a renovar su vida totalmente,
si no quiere soltar nada de lo que es, de lo que tiene?
¿Que cambio va recibir si tiene las manos
llenas?
Gente, es NECESARIO, tirar nuestra
"basura" para que Dios nos llene de cosas nuevas. Una persona que
dice que conoció a Dios y sigue siendo la misma, es un engaño.
Dios renueva y lo hace enserio, con
cambios internos como externos.
"Y se han vestido del nuevo hombre,
el cual se va renovando hacia un verdadero conocimiento, conforme a la imagen
de Aquél que lo creó." (Colosenses 3:10)
Cuando una persona alcohólica conoce el
amor de Dios y es vestida del nuevo hombre,
esa persona puede seguir teniendo gusto hacia el alcohol, y tener
debilidad, pero ahora para derrotar ese
vicio no está solo, y cualquier lucha es con un Gigante a su lado. Sabiendo que
con Él somos mas que vencedores.
Hay que creérsela, basta de poner al
mundo como una tentación mas fuerte que nosotros.
Cualquier debilidad y tentación esta BAJO
el estrado de nuestros pies, y hay que creérsela y aplicarla.
Hoy en día existen iglesias o doctrinas
para cada tipo de persona, así ya nadie tiene que hacer esfuerzo de nada. Si
eres metalero, vaya a una iglesia de metaleros donde todo es con el tipo de
música que te gusta; si eres de los que necesitan una imagen para sentir que
existe un Dios, entonces vaya a otra donde si se permite rezarle a imágenes; si
eres homosexual, no es necesario que cambies, vaya busque una iglesia donde te
dicen que puedes seguir haciendo lo que te gusta sin problema.
Ahora hay doctrinas para todos. Y se pierde
el enfoque real, el único.
A veces nos olvidamos de que Dios no
cambia. Si cambiara, hace mucho hubiera dejado su interminable gracia y amor
por nosotros, debido a nuestra manera tan ingrata de corresponderle.
"Jesucristo es el mismo ayer y hoy y
por los siglos." (Hebreos 13:8)
Con esto no estoy tratando de juzgar a nadie. Y me disculpo anticipadamente si ofendo a alguien. Pero a veces olvidamos lo básico, y necesitamos que nos pongan los pies en la tierra de nuevo, para no dejarnos llevar por la dulzura que el mundo nos ofrece.
Y no se trata de ser "cerrado"
o "old fashion", se trata de ser fiel a la palabra. ¿O acaso cuando
una persona contrae matrimonio y dice que acepta a la pareja en las buenas y en
las malas, y al pasar la primera mala
situación se divorcia de una vez y sin lucharlo?
El ser fiel implica pasar por esos malos
tiempos y lucharlos, significa dejar actitudes personales que afectan la
relación para construir cosas juntos.
Yo soy fiel a la palabra y a Dios, y cambio las
cosas en mi vida que no van acorde a ella, para construir cosas juntos.
Por algo se le llama 'Relación con
Dios".
¿Y saben de donde viene la fidelidad? Del amor. Uno es fiel porque ama, sino no lo sería. Y cuando somos fieles sin amor, caeríamos en ser fieles solo por obligación, lo cual nos termina haciendo como cristianos amargados y juzgadores.
¿Y saben de donde viene la fidelidad? Del amor. Uno es fiel porque ama, sino no lo sería. Y cuando somos fieles sin amor, caeríamos en ser fieles solo por obligación, lo cual nos termina haciendo como cristianos amargados y juzgadores.
Dejemos de buscar excusas para no
botar la basura que habita en nosotros, si hay que botarla, la botamos y listo!
Tengamos fe para creer que el propósito
que Dios tiene para nosotros es mucho mejor que eso que nos está atando al
mundo.
Esto se aplica para cualquier atadura del
mundo, a la cual le buscamos excusa para no dejar de hacer; ya sean vicios,
deseos carnales, pensamientos nocivos, sexualidad, etc. Acordémonos que Dios ve nuestros
corazones y nos conoce mejor que nosotros mismos.
"Más engañoso que todo, es el
corazón, y sin remedio; ¿quién lo comprenderá? Yo, el SEÑOR, escudriño el
corazón, pruebo los pensamientos, para dar a cada uno según sus caminos, según
el fruto de sus obras." (Jeremías 17:10)
Confiemos, que no estamos solos en esto.
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