su respiración brota incierta
cada manía de su cuerpo.
Piensa, piensa, piensa,
que tal vez el mañana sea ficción
y el pasado un sueño olvidado.
¿Cuanto se debería pensar?
Mientras pienso en lo que piensas
mi locura aumenta al tamaño de un sol.
Clavada de pies y manos
por un sentimiento que asfixia desesperación.
Sin pensar, sin sentir.
Puedo alcanzar el cielo con mis manos
en este momento.
woou que poema me encanto :D
ResponderEliminarY en estos días de invierno, este poema me tocó el alma. Precioso (:
ResponderEliminarte sigo.
Me encanto tu blog:)
ResponderEliminar