Un laberinto. Con salidas, salidas en todos los rincones.
Para donde se puede ir? Con ojos vendados de pura terquedad.
Nadie dijo que iba a ser fácil volver a colorear una pradera en invierno,
volver a poner color a todas esas flores y mariquitas color carmesí.
A quien le vamos a tirar la culpa ahora?
Nadie puede decir que no se vio venir ese letrero rojo en cada aguja del reloj,
mientras perdías el valor del tiempo soñando.
Cuidado!
Cuidado vuelves a perder los próximos 10 segundos de ese rayo de luz,
que hace ese brillo especial en su mirada.
Cuidado olvidas mirarla mientras pestañea. Mientras voltea. Mientras sonríe.
Donde voy a esconder todas estas mariquitas ahora?
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