Reloj de arena

Dos, seis, veinte,
veinte segundos tardé en llenar mi mente de odio
al verte levantar tu falta para los que te repugnan,
veinte segundos y menos que ello tardaste en
ponerte el vestido que te hacia mostrar
más de lo que se necesita ver para saber que
eres bastante mujer,
entre los diez segundos ya mi mente no te odiaba
creo que quedo en transe de pensamientos,
Y entre lo blanco y puro de su pase
las ideas brotaban llenando mi espacio blanco
en dudas, rencores, tristezas, ideas y venganzas
tomando el mando la que sacara mí
dolor más pronto, mi mente se lleno de
venganza..
Y tú seguías, engañando y manipulando
como sabes hacerlo, a tu antojo
sabiendo perfectamente que si no es hoy será
mañana, pero al final van a rogarte una caricia
entre las ganas de verte llorar una vez,
de saber que no eres tan fría como parecías,
se me fue mi sed de venganza y
esa noche tranquila llegaron mis tristezas,
inundando mis ojos de lágrimas y escuchando
música que pensaba idiota el que las
escuchara, tal vez si lo era, era un idiota
que tenía su alma vendida a una mujer
que no tenia alma, y siendo la más ruin
fingía entregar un corazón entero cuando
en realidad lo dividía en diez.
ya después de veinte minutos no cabía
una lágrima más, y los pensamientos
volvieron y la venganza viene con mayor fuerza.
Ayer te vi sabias? andabas de naranja
y pasaste primero a decirle uno de tus muchos
falsos “te amo” a tu amante, y
entonces te odie y mis ganas de venganza crecieron
Y por eso hoy, hoy amor, descansas en mis brazos.